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Los Estudios Sobre La Juventud En México

Así, la vida misma de una persona se puede entender como una serie de distintas actuaciones donde el «yo» no es único, uniforme y homogéneo. Su planteamiento es que cada persona escenifica diferentes papeles y actuaciones dependiendo del contexto y según las personas que lo acompañen o del lugar donde se encuentre. El performance es formalmente reflexivo —es significación sobre la significación (metacomunicación)— en cuanto éste llama la atención a, y envuelve, la manipulación autoconsciente de las características formales del sistema comunicativo, como el movimiento físico en la danza, el lenguaje y tono en el canto, o la ropa escogida según los contextos, etcétera. No es posible encontrar una esencia del yo, en todo caso se tienen múltiples y traslapados «yos» que aparecen discriminadamente, según el tiempo y las circunstancias. Te platico que yo también formé parte de eso, de que uno fue creciendo y fuiste viendo que la gente que le gustaba esa música se vestía de una manera muy particular que es de usar los tenis Converse, mezclillas entubadas, pegada al cuerpo, camisa metálica de rojo o de palmeras que después salieron, fue cambiando y yo, te digo, no te voy a echar mentiras, yo también usé eso.

Pedraza, Zandra, 1999b, «Las hiperestesias: principio del cuerpo moderno y fundamento de diferenciación social», en Mara Viveros Vigoya y Gloria Garay Ariza (comps.), Cuerpo, diferencias y desigualdades, Bogotá, CES Universidad Nacional de Colombia, pp.42–53. Ataviarse en la vida cotidiana está relacionado con la experiencia de vivir y actuar sobre el cuerpo (Entwistle, 2002: 17). La ropa está en capacidad de comunicar en referencia a la edad, el sexo, la nacionalidad, la relación con el otro sexo, el estatus socioeconómico, la identidad de grupo, el estatus profesional u oficial, el humor, la personalidad, las actitudes, los intereses, los valores. La ropa es el medio por el cual las personas aprenden a vivir en sus cuerpos y se sienten cómodos con éstos. Aun cuando éstos cuentan con posiciones alternativas precisas —y propuestas identitarias contestatarias— pasan muchas veces desapercibidos, menospreciados o desatendidos por la ciencia social, debido a su incapacidad de una exposición clara desde la posición oral–racional–discursiva, encontrándose sus acentos en la parte emotiva–performativa–corporal. En cierto sentido, la comunicación se ha mantenido secreta, la rebeldía se expresa, la erosión de los marcos significantes del mundo adulto–hegemónico funciona y éstos no lo comprenden en su complejidad.

Cuando, en realidad, el ejercicio de comunicación tiene otro sentido, a final de cuentas, los jóvenes y los subalternos buscan diferenciarse del mundo adulto–hegemónico y de los parámetros que los rigen; el ser interpretados de esta manera no es más que un triunfo. En Monterrey, se estigmatiza y se intenta cambiar el baile de la cumbia que crearon los jóvenes colombias por similares motivos. Blanco Arboleda, Darío, 2005a, «Transculturalidad y procesos identificatorios: la música caribeña colombiana en Monterrey, un fenómeno trans fronterizo», en Alteridades, núm. 21, Universidad Autónoma Metropolitana, Iztapalapa. Blanco Arboleda, Darío, 2006c, entrevista a Rodrigo Montelongo, Saltillo, Coahuila, México. México: El Colegio de México. Candidato a doctor en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología por El Colegio de México, Camino al Ajusco 20 Col. México: UAM/El Colegio de la Frontera Norte. En el baile que recomendaron los higienistas del siglo XIX, primaban la disciplina, la mesura, la gracia, la discreción y las coreografías grupales y geométricas.12 Los nuevos bailes llegaron del norte y del Caribe, donde el cuerpo se expresó con velocidad, erotismo y frenesí. El acto individual (y muy personal) de vestirse es un acto de preparación del cuerpo para el mundo social, hacerlo apropiado, aceptable, hasta respetable, incluso deseable.

La desnudez es marcadamente inapropiada en casi todas las situaciones sociales, e incluso en las que se exhibe demasiada piel, hasta en la desnudez se pueden llevar joyas, perfumes o adornos. Por esto, la moda sólo aparecerá hasta mediados del siglo XVI en Occidente, antes de esto las vestimentas de indios, chinos, japoneses, romanos, griegos y egipcios, se mantuvieron prácticamente inalteradas por siglos. La moda permite establecer relaciones con otros iguales (identidad) pero, al mismo tiempo —en la particular selección y com bi nación de prendas— permite ser yo mismo (subjetividad). Para Hutchinson (2001), el movimiento estilizado exagera, en distintos sentidos, el movimiento cotidiano y hace surgir polarizaciones no habituales: el ritmo, los pulsos y los acentos pueden ser mucho más marcados o más irregulares y complejos. Si bien el movimiento es una producción social, también es un fenómeno individual e interior.

Establece una responsabilidad comunicativa que se asigna a la audiencia y ésta debe evaluar la relativa efectividad y habilidad del actor. Lo que hace la gente es a menudo más importante que lo que dice. A través del uso del tiempo, la gente comunica interés, compromiso, estatus, jerarquía, entre otros aspectos. Así, aparecen los bailes del «gavilán», «la motoneta», «el Fome 30»,14 «la burra», como los hermanos conocidos de muchos otros que no tuvieron la fortuna de ser «nombrados» por la televisión. Lo paralingüístico se refiere a los usos de la voz, el timbre, el tono, el volumen, la velocidad con que se habla, los silencios, que así comunican estados emocionales, veracidad y sinceridad.